La definición de la nube puede parecer poco clara, pero, básicamente, es un término que se utiliza para describir una red mundial de servidores, cada uno con una función única. La nube no es una entidad física, sino una red enorme de servidores remotos de todo el mundo que están conectados para funcionar como un único ecosistema.
Estos servidores están diseñados para almacenar y administrar datos, ejecutar aplicaciones o entregar contenido o servicios, como streaming de vídeos, correo web, software de ofimática o medios sociales. En lugar de acceder a archivos y datos desde un equipo personal o local, accede a ellos en línea desde cualquier dispositivo conectado a Internet, es decir, la información está disponible dondequiera que vaya y siempre que la necesite.
Las empresas utilizan cuatro métodos diferentes para implementar recursos en la nube. Hay una nube pública, que comparte recursos y ofrece servicios al público a través de Internet; una nube privada, que no se comparte y ofrece servicios a través de una red interna privada, normalmente hospedada en el entorno local; una nube híbrida, que comparte servicios entre nubes públicas y privadas, según su finalidad; y una nube comunitaria, que comparte recursos solo entre organizaciones, por ejemplo, con instituciones gubernamentales.
En términos simples, la nube permite almacenar y acceder a datos y programas a través de Internet en lugar del disco duro de su computadora. La nube es solo una metáfora de Internet. Se remonta a los días de los diagramas de flujo y a las presentaciones que representaban la gigantesca infraestructura de servidores de Internet como nada más que un cúmulo blanco e hinchado, que acepta conexiones y reparte información mientras flota.
Para entender cómo funciona la nube, tienes que olvidarte del disco duro. Cuando almacenas datos o ejecutas programas desde el disco duro, estás usando el almacenamiento local donde todo lo que necesita está físicamente cerca tuyo, de manera que puedes acceder a tus datos rápida y fácilmente. La industria de la informática funcionó durante décadas trabajando desde el disco duro. Para algunos, este sistema sigue siendo superior a la nube.
El sistema de almacenamiento en la nube no consiste en tener un hardware o servidor dedicado de almacenamiento conectado a la red (NAS) en la residencia. Almacenar datos en una red doméstica o de oficina es algo distinto a utilizar la nube. Hablamos de nube o «cloud computing», cuando accedemos a datos o programas a través de Internet, o al menos, tener esos datos sincronizados con otra información a través de la Web.
¿Cuáles son las ventajas de la nube?
Al usar Google Drive, que tiene un procesador de textos basado en la nube, todo lo que escribes se guarda automáticamente en la nube. No hay necesidad de jugar con la configuración para asegurarse de que el trabajo se guarde, o de designar una carpeta en tu computador para almacenar el contenido guardado. Los servicios basados en la nube, como Google Drive, permiten a los usuarios simplemente disfrutar de los beneficios de la tecnología y confiar en que el proveedor del servicio se encargará del almacenamiento de archivos.
Muchos servicios de computación en la nube están disponibles bajo demanda y son bastante económicos. Si tus necesidades varían de un mes a otro, vas a pagar dependiendo de cómo cambies su uso. Tradicionalmente, estaba presente el riesgo de comprar una red informática costosa y darse cuenta de que era más grande de lo que necesitabas, o quizás descubrir que la configuración que tenías era demasiado pequeña para lo que necesitabas hacer.
La computación en la nube hace que estos escenarios sean menos probables porque puedes suscribirte a la mayoría de los servicios de computación en la nube sin amarrarse a contratos largos.
La computación en la nube también ofrece sus respectivos servicios públicos o privados. Una cuenta de correo electrónico basada en la nube es un ejemplo de un servicio público de computación en la nube. Sin embargo, muchas empresas usan redes privadas virtuales (VPN) para acceder a nubes privadas seguras, como las que solo son accesibles para personas que trabajan en una empresa o departamento en particular.